¿Conoces la leyenda del rito de pasaje, de la juventud de los indios cherokee? Su padre lleva al chico al bosque, con los ojos vendados y le deja solo. Él tiene la obligación de sentarse en un tronco toda la noche y no quitarse la venda hasta que los rayos del sol brillen a través de la mañana.
No puede pedir auxilio a nadie. Una vez que sobrevive la noche, él ya es un hombre. No puede platicar a los otros muchachos acerca de esta experiencia, debido a que cada chico debe entrar en la masculinidad por su cuenta. El niño está naturalmente aterrorizado. Él puede oír toda clase de ruidos. Bestias salvajes que rondan a su alrededor. Quizás algún humano le puede hacer daño. Escucha el viento soplar y la hierba crujir, él sentado estoicamente en el tronco, sin quitarse la venda . Ya que es la única manera en que podrá llegar a ser un hombre. Por último, después de una horrible noche, el sol aparece y al quitarse la venda , es entonces cuando descubre a su padre sentado junto a él. Su padre veló toda la noche, para proteger a su hijo del peligro.
Así, nosotros tampoco estamos nunca solos. Aun cuando no lo sabemos, nuestro Padre Celestial está velando por nosotros,a nuestro lado.
Cuando vienen los problemas, lo que tenemos que hacer es sólo confiar en Él.
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